Saturday, October 11, 2008

Viernes de extrañarte de lejos.


“Y es que HOY desee con tanta ternura y desesperación que fueras tu el que besara entre rejas frías… pero abriendo los ojos te vi de lejos en otro lugar, sentado en la cima del universo, al costado del rey mar, tendido sobre mis lagrimas olvidándome a cada Segundo…”

Hoy estoy con las sangre envenenada, HOY contemple mi ciudad de arriba abajo, llorando, en viernes, recordando el ultimo que viví bajo las sombra del Omnipotente… Recordé que tenia la mano sangrando de tanto escribir, que mi tristeza no se va con una sonrisa y que mi paciencia no se borra con una disculpa.
HOY me salí de mi piel y me puse enfrente de mi misma y me dije todas mis verdades. Termine llorando.
Isabel se fue de vacaciones… pero me dejo a cargo, así que en lo que regresa esa maravillosa mujer, voy a apresurarme a vivir.

Quiero una rana Rene!

1 comment:

K209 said...

Un texto tan doloroso...cuantas veces me arranqué de mi piel para obligarme a contemplarme también a mí misma...eso es algo realmente doloroso, aunque así aprendemos a sentir nuestro propio yo y hacer que él nos sienta tal como somos. No creo que haya mejor espejo que nosotros mismos para mirarnos, profundizar en nuestros adentros, mirarnos a los ojos, mirarte a tí y ver quién eres, qué eres. Cuando escribes el hoy con mayúscula, me duele menos al leerlo. Es como si agrandaras el presente, o más bien, como si el hoy se borrara con menor rapidez de nuestras vidas. Al escribirlo en grande, parece que intentas congelarlo un poco, guardarlo una fraccción de segundo más, hacer que pase un poquito menos rápido que este tiempo maldito. ¿Te imaginas cómo sería detener el tiempo con tal de desearlo? Ah, por cierto...hi5 y myspace no tengo...es que no tengo tiempo para esas cosas..

Un fin de semana mío me preguntas...ya dejaron de haber fines de semana desde que empecé los estudios...en realidad de lunes a domingo es una continuidad acuciante que no me deja descansar casi nunca.

En fin, creo que se están poniendo a llover tristezas del cielo. Tristezas en forma de gotas triangulares. Esta vez necesito un paraguas gigante para que las tristezas no me inunden. Pero creo que esta vez no hay ni paraguas ni nada; sólo un vacío sentimiento de soledad. Sólo me queda refugiarme bajo aquél cobertizo llamado pesar.