Tuesday, January 26, 2010




Es el muerte. /El muerte quien asusta a todos los que quieren quererme. /Me jala hacia él cuando empiezo a enamorarme.

Un sentimiento de cobardía me deforma los huesoS. / Es el. Me destruye, me secuestra.
Quería quererte, quería abandonarte. /Subirte al cielo y nunca bajarte al infierno.
Llenarte de mis besos-versos todo el cuerpo/ Ilusionarte hasta la ultima ilusión del universo...
Intentarte. En verdad intentarte. Confesarte que mis muslos se encienden con un calor inexplorado, explosivo a tu tacto, a la línea que te gusta trazar sobre mi espalda hasta llegar a mis caderas me destruye. Es aquella forma verisímil de enroscarme la piel y hacer saltar el tenue césped mal plantado que tengo en mi cuerpo.

Mis papilas gustativas se encienden y mandan señales a cada milímetro de mi piel donde no deberían estar, entonces aprendo a saborearte, a saborear cada aspecto tuyo que me haga pensar en ti, y entonces muero de rabia, de una rabia absoluta que me enloquece por saber que has llegado de nuevo a penetrar y destruir las columnas que sostienen mi estabilidad, llegas de la nada y me destruyes mi patrimonio. ¡Demonios!

Pero…a ti, he aprendido a guardar mis celos, mis malos pensamientos y mis estupidas suposiciones. Por la razón que sea, se que no entenderás jamás como funciono, ni como me descompongo, por que nunca leerás mi manual, ni vas a encontrar refacciones de mi, y mucho menos, podrás arreglar lo que con tu inocencia podrías descomponer sin que te des cuenta. Sin embargo, te voy a dejar una serie de explicaciones innecesarias para deshacerte de mi, o para que me guardes en el rincón menos visitado de tu alma. ¿Por qué? Por que no hay cosa mejor que encontrarlo de nuevo y callar, callar en el silencio de las palabras que nunca te dije. Callar para que me pienses mejor.

Eres tú, aquel amor contrariado que el otro imbecil me vino a despertar como monstruo hambriento de ti. ¡Carajo!

Yo aun deseo enamorarme de ti…

Carta del más allá


Hola Silvia, te escribo desde el otro lado de la galaxia, aquí donde las cosas no caen por no tener peso. Decidí venir aquí por que mi corazón había dejado un hueco en mi pecho, A causa de un peso insoportable decidí venir a morirme aquí.

Pero déjame contarte, aquí todo es azul oscuro, oscurísimo, como el cabello lacio y azul-negro del que me enamoré hace 3 años, así de azul-negro y frío como un hielo, así que te imaginaras, mande todos mis vestidos y faldas por un hoyo negro. También mis fotografías, mis cartas y mis recuerdos de hace 4 años. Pero bueno, aquí llega el correo, es un correo diferente al que estas acostumbrada a ver, es un correo estelar, ellas vienen rapidísimo y toman la carta y la llevan en su espalda, la dejan caer justo donde la puedas ver y leer. Lamentablemente no puedes responderme, no podrías, el muerte no deja pasar “de allá para aquí”… Pero se que de algún modo lo vas a hacer…

En fin, te escribo. He olvidado cuantos años has cumplido, como he olvidado tu apellido y probablemente el rostro que jamás te vi. Pero recuerdo, si recuerdo por que estoy escribiendo esto, por que se que no olvidaría que tu y yo seguimos siendo una hormiga que camina como idiota, o mas bien, que corre como idiota llevando un bulto blanco en sus patas para sobrevivir los inviernos que siempre nos agobian. Lamentablemente o afortunadamente sabes que siempre terminan, como todo lo que tiene que terminar pero sabemos que vamos a dejar miles de “otras yo” regadas en el camino para las demás que nos vienen marcando el paso.

Yo no se cuantos años cumpliste, no se tampoco si deseo saberlo, me da miedo que me digas y decirte cuantos cumpliré muy pronto, me da miedo pensar que lo que éramos ya no es, y llegar al argumento de que todos cambiamos y que teníamos que hacerlo, carajo, me da miedo. Me da miedo saber eso y más..

Pero… creo que el tono de mis letras no son las más apropiadas para una felicitación, así que mejor “feliz ___” feliz ¿por que? Por que deben serlo, sin más, feliz por que te tengo, feliz por que te conozco a ciegas, feliz por que te leo, y feliz por que me das la oportunidad de ser parte de ti. Infeliz tal vez por que de hecho no te tengo, infeliz por que no te veo, infeliz por que no te escucho, infeliz por que tal vez nunca lo haga. Pero siempre feliz por que se que estas ahí, esperando a que el sol se ponga mientras a mi me salga y su viceversa.

Te extraño mucho, y aunque siento que he perdido mis letras desde aquella vez que me desangre la tinta por haberme caído en mi abismo, no he dejado de hacer lo que siempre me recomiendas, a pasos lentos pero seguros.

Te quiero mugrosa, aun cuando cumplas 70 te querré por que la distancia si no hace olvidar hace mas fuerte las relaciones. Creo yo. No se que más decirte, tal vez diría que me gustaría tanto estar contigo para celebrarte y darte un zape en tu cabeza, y decirte “eres una bruta!” abrazarte y contarte todo lo que tengo que decirte…

Me alegro mucho, mucho que Carlos este contigo, y que te quiera así.

Felicidades mugres.


Izabel.

Saturday, January 23, 2010

La Trágica Historia Desparramada y Las Verdades No Contadas.


" Te habías atorado en mi memoria, te amé con tus respectivos meses que conté [y mira, que yo nunca cuento el tiempo para el amor] y te honré con cada minuto mío de soledad que te entregaba a ti sin que lo supieras.
Pensé que debía guardar mi yo y mi otra yo para ti, para volverte a ver y decirte desesperadamente cuanto espere para besarte y verte afuera del sanitario de mujeres esperándome, por cada instante en el que volví la mirada y notar que no había poder humano que me hiciera creer que aún te quería amar. Pensé que aun debía rendirte cuentas de todos los labios que bese pensando en tu espalda o tus cejas pobladas, creí que la emoción de volverte a ver me iba a desmoronar en el momento en que mi cuerpo se aplastara contra el tuyo para no soltarte jamás, pensé que el sentimiento que incubé de ti lograría nacer por fin con un amor imposible de explicar.

Y no sentí, no te sentí con prisas, ni con pausas, ni con la intención de detenerte por completo, y me confundiste aún más, aún más después de acariciar mis parpados con besos huérfanos y caricias mustias, confundida dejaste aquella poetisa que se había enamorado de ti. Que en realidad había logrado un amor no doloroso y sin intenciones secundarias.

Pero he pensado tantas cosas, entre ellas y la más importante, que podrías derribar a ese amor contrariado que traigo en mis ansias, pero solo lo aumentaste, al darme cuenta de algo, cuando entendí, cuando simplemente en una noche logré aceptar sin desear que la dolorosa verdad me poseyera. Una verdad que logré aceptar sin querer...


“Acabo de entenderlo, en el momento en que te he visto, que el amor que me unía a ti, no es mas que una ilusión, mis ojos, estaba nublados…”


Alguien más ha ocupado tu lugar sin que yo se lo pidiera o quisiera… Pero que tampoco me interesa… "