Uno no puede esperar siempre ser feliz. Menos si de pronto pasan cosas que lo marginan a uno, o a dos, o a tres, o a cuatro...
Esta semana ha sido la peor de mi vida, eso sin contar que este ha sido el peor mes para alguien más.
Estos días han sido tan insoportables, tan crudos, nauseabundos y tan oscuros, tan oscuros que me orillaron a regresar al muro de mis lamentos que es este. Haciendo de este espacio un lugar tan exclusivo (porque nadie lo lee) para mi, para sacar queriendo no queriendo que la gente lo sepa. Porque llevo dentro de mi un secreto que me está comiendo, que me está moliendo los huesos y está doliendo como la misma muerte. Una muerte que para torturarme nos ha forzado a seguir vivos, siendo testigos de tanta confusión y dolor, un dolor que nos lleva a la duda, y de la duda a la infinita tristeza.
Pero uno no puede esperar a estar siempre feliz, no es saludable (ahora me doy cuenta), y tampoco puede uno esperar que las peores cosas de la vida no le van a pasar a uno, o a dos, o a tres, o a cuatro...
Thursday, November 24, 2016
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